miércoles, 28 de abril de 2010

Adicción a Internet: ¿qué hacer?

Las adicciones sin sustancia, no obstante, no se limitan a la adicción a las nuevas tecnologías, sino que son todas aquellas "en las que no hay una droga al uso, como el alcohol o el tabaco, sino que es una conducta". En todos los casos,  lo ideal es que la prevención se efectúe "en tres vertientes: la escolar, la individual y social, y la familiar".



Muchos padres, docentes y amigos me escribieron recientemente para conocer un poco sobre problemas que estaban teniendo con adolescentes y jóvenes. Recientemente en el congreso internacional en el que participé en Lima “Jóvenes, TICs y Salud” promovido por el IES (Instituto para la Educación y la Salud), también discutimos sobre esta problemática y en torno a la responsabilidad de quienes nos estamos abocando a esta temática de mantener una visión amplia en la repuesta que no solamente abarque a lo psicológico, sino que aporte desde la visión, sociológica, antropológica y desde la función informacional-comunicacional de estas herramientas.



Algunos tips


Mínimamente nos pusimos de acuerdo en que la adicción a la Internet son una categoría que agrupa a una serie de desórdenes relacionados, a saber:
·        compulsión por actividades en-línea o por medio de celulares
·        compulsión por descargar contenidos y utilidades sin importar los costos de acceso o a sabiendas de no poder pagarlos
·        intercambio de información personal sin seguridad
·        adicción al cyber-sexo
·        adicción a los cyber-romances
·        adicción a la computadora


La adicción a las actividades en línea incluye, la compulsión por: las subastas, la navegación Web, el juego de azar en línea.


La obsesión con la programación, con los juegos de computadora, así como la búsqueda compulsiva de sexo y relaciones disfuncionales a través de la Internet, forman parte de este síndrome.


El abandono de la vida familiar y/o social, el descuido de las funciones laborales, así como el deterioro de la higiene y salud física a raíz de la inversión de energía y el tiempo invertido en la adicción a la Internet, son algunos trastornos asociados característicos de este desorden.


Sin embargo, en cuanto a la forma de poder abordar cualquiera de estas situaciones sabemos que no hay una respuesta única y que mucho menos esta respuesta está relacionada con prohibir el acceso a Internet sino que se debe hacer una valoración de oportunidades y respuesta caso a caso proponiendo la integración positiva y el uso responsable de las tecnologías en el entorno social, educativo y familiar de los adolescentes y jóvenes. 


Para más consultas, escriban por aquí, a avazquez12@gmail.com, avazquez12@googlewave.com o llamen al 0981-985383 / 0972-255750


1 comentario:

  1. Hola Andres.
    Muy atinada tu entrada. El problema, como decis, es complejo y multifactorial. Uno de los elementos que intercienen en mayor medida es la condicion o estilo de vida familiar. Cada miembro de la familia tiene su propia pantalla y sus "preferencias de adherencia". Con el tiempo estas preferencias conforman las adicciones. Hace poco un diputado de la Nacion (Argentina) sugeria que por la inseguridad los niños tenian que estar en la compu o frente a la TV. No lo decia en el sentido de perdida de la actividad ludica necesaria al aire libre, sino como una ventaja frente al flagelo de la violencia y la inseguridad. Tengo la sensación que a los fines practicos la infancia no figura en ninguna agenda oficial, excepto a la hora de las campañas o de las fotografias de tapa. La TV muchas veces es la puerta a la adiccion mayor que significa internet. La permisividad familiar, incluida la TV en el dormitorio de los chicos, la condicion. Pero la basura libremente transmitida y sin restricciones en el espectador condiciona la falta de criterio a la hora de juzgar lo que es bueno; adormece los sentidos, enlentece la mente y favorece la saturacion necesaria que requiere el adicto.

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